31/01/2022

El cambio climático amenaza el alimento que da de comer a medio mundo

Por sromero

Habitualmente, los agricultores de arroz suelen estar ‘chapoteando’ en varios centímetros de agua (normalmente unos 10 cm) en medio de preciosos y verdes cultivos de arroz. El agua poco profunda ayuda a evitar tanto malezas como plagas. Sin embargo, el suelo está cada vez más caliente y seco y el color más predominante está siendo el marrón agrietado con temperaturas, en zonas como el Valle de Sacramento de California, con más de 35º C, en una devastadora sequía que arrancó a principios de 2020 acompañada de la pandemia de coronavirus y que aún no ha vuelto a la normalidad.

En Estados Unidos, sin ir más lejos, esta zona, California, es la segunda mayor productora de arroz del país después de Arkansas.

Un problema global

En un lugar como Tailandia, donde cada año millones de agricultores se concentran en los campos de arroz, pues es la base de la dieta del país, está pasando algo parecido. Ya en años anteriores como en 2015, la tierra se presentaba tan seca que tuvieron que posponer el inicio de la temporada de siembra y esperar a cultivar la segunda cosecha durante el invierno. Tailandia es el segundo mayor exportador del mundo de arroz y tardó un par de años en volver a los niveles de producción anteriores.

Son solo dos ejemplos que ponen de relieve lo delicado que es el cultivo de arroz ante el cambio climático. Los cambios en los patrones de lluvia, el ascenso de las temperaturas (y, por tanto, el estrés por calor), la poca humedad, el aumento del nivel del mar que incrementa la salinidad del suelo… todo ello afecta a la producción de arroz.

La enfermedad del tizón bacteriano, que es mortal en las plantas se volverá más preocupante con el cambio climático

No es un problema baladí porque, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), casi la mitad de la población mundial subsiste con el arroz. 3.500 millones de personas dependen del arroz para vivir y, aunque está claro que el continente asiático sería el más afectado, las pérdidas y sus consecuencias serán visibles en todo el planeta.

Si bien otros cultivos se verán afectados, incluidos el maíz o el platanero, las cifras del Departamento de Extensión Agrícola de Bangladesh (DAE) muestran que la mayor parte del golpe se lo lleva el arroz.

Ejemplos cercanos

Bangladesh ya se enfrenta a un clima cada vez más extremo, incluidas sequías, inundaciones y tormentas. Cuando en abril de 2021 la zona experimentó un choque térmico brutal, mientras los cultivos de arroz se encontraban en su etapa de floración, esto es, cuando las plantas de arroz se autopolinizan, se interrumpió en seco su ciclo de reproducción natural. Temperaturas tan altas como las que estamos experimentando con esta emergencia climática pueden provoca esterilidad en las plantas. Los expertos en clima ya han advertido igualmente que si Bangladesh continúa experimentando episodios de estrés por calor como el de este 2021, el país puede enfrentarse a una seria escasez de alimentos.

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